Conocer nuestro tipo de piel es algo muy importante, porque así podemos utilizar los productos adecuados para ella. Cuidar nuestra piel de la manera adecuada ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, influencias ambientales y de los rayos UV.
¿Pero como saber que tipo de piel tenemos? Es muy sencillo debemos identificar características de esta y saber cómo se comporta. Si quieres saber cuál es tu tipo de piel, sigue leyendo.
Cabe aclarar qué hay muchos factores que influyen en nuestro tipo de piel, como el clima, la contaminación, dieta, etc. Además nuestra piel pueda cambiar a lo largo del año por lo que debemos poner atención a cómo cambian las necesidades de nuestra piel dependiendo el clima al que estemos expuestas.
Piel normal
Se trata de una piel equilibrada, no es ni muy grasa, ni muy seca. Tiene buena elasticidad, poros pequeños y es capaz de tolerar una amplia gama de productos, desde ácidos hasta fragancias, sin reacción ni irritación.
Además se cura rápidamente en caso de que se irrite o inflame. Los brotes son raros y van y vienen rápidamente.
Consejos:
- Una vez a la semana agregar a nuestra rutina una exfoliación suave, para poder eliminar impurezas y las células de piel muerta.
- Por las mañanas utiliza tu limpiador o agua micelar preferido, después aplica un suero.
- Por las noches, limpia e hidrata con los productos de tu preferencia.
Piel seca
En esta ocasión es una piel que no tiene buena hidratación, por lo que pierde elasticidad y es más propensa a la irritación. Una manera de saber si nuestra piel es seca es que al despertarnos por las mañanas notemos descamación o tensión.
Consejos:
- Hidratar tu cuerpo, toma agua todos los días.
- Evita productos que contengan alcohol y fragancias artificiales.
- Incluye serums y aceites en tu rutina de belleza.
Piel grasa
Es una piel con producción mas elevada de sebo. Las causas pueden variar, la mas comunes son la predisposición genética, el estrés y desequilibrios hormonales. Es una piel en la cual se perciben los poros más abiertos, y suelen tener mayor tenencia acneica (granos y espinillas).
Consejos:
- Por las mañanas, agrega a tu rutina un limpiador que contenga arcilla o ácido salicílico, esto ayudara a cortar las grasa que nuestro cuerpo produce por las noches.
- Utiliza un hidratante en gel.
- Cada semana, aplica una mascarilla que combine los ingredientes de arcilla con un poco de hidratación, como el áloe.
Piel mixta
Este tipo de piel es el más común en México. Se trata de una combinación entre tipos de pieles. Normalmente es normal – grasa, normal – seca o seca – grasa. Es común que la zona T sea el área más aceitosa y la circunferencia de su cara y mejillas sean secas.
Consejos:
- Utiliza agua tibia en lugar de agua muy caliente o muy fría para lavar tu cara.
Piel propensa al acné
Es una piel fácil de identificar, ya que se pueden observar puntos negros, espinillas y barros. Si bien la piel grasa puede ser propensa a brotes por naturaleza, la piel propensa al acné no siempre es grasa. Una piel seca puede ser propensa al acné debido a las hormonas. Si quieres saber más sobre el acné checa este post.
Consejos:
- No tocar o exprimir los barros o espinillas, ya que podemos infectarlos y generar cicatrices en nuestra piel.
- Consumir en menor cantidad productos lácteos.
- No estar expuestas a humo o suciedad.
Piel sensible
Es una piel más susceptible a factores externos como el estrés, el aire de la calefacción o los rayos UV. Enrojecimiento, protuberancias, descamación, picazón y ardor, son algunas de las características de la piel sensible.
Consejos:
- No utilizar productos con perfumes, menta, lavanda y alcanfor ya que estos pueden causar irritaciones en la piel.
- Por las mañanas lavar la cara con un limpiador de leche o crema, nuestra rutina debe ser mínima, e hidratar con una crema con ingredientes calmantes, como el té verde, el escualano o las ceramidas, que también aumentan la barrera natural de la piel frente a los irritantes.
Piel madura
Es una piel que tiene una menor actividad celular, regeneración más lenta, perdida de la producción de colágeno o los daños causados por la radiación UV. Ya que conforme nos hacemos mayores, nuestra piel también, y pasa por distintos procesos que van afectando su aspecto y estructura.
Consejos:
- Agregar a nuestra rutina un contorno de ojos especial para el cuidado de la piel madura.
- Por las mañanas con un limpiador a base de loción limpiar nuestra cara y luego aplicar un suero. Es mejor que contengan péptidos, ácido hialurónico (para rellenar líneas finas) o una mezcla de antioxidantes.
- Por las noches limpiar nuestra la piel y luego aplica un retinol.
¿Sabes cuál es tu tipo de piel? Cuéntame cómo es tu rutina para cuidarla.
Grace – xo
